Y poder librarme de los problemas que me siguen en mi mente,
guiarme por mis propios impulsos, dejarlo todo a un lado por recordar lo que un
día fue mi presente...
Algo aquí dentro me insiste que solo tengo que cerrar los ojos y volver a aquel tiempo en
donde no había ningún obstáculo que me impidiera seguir avanzando. Es cuestión
de soñar. Donde todas mis preguntas tenían una respuesta, donde cuando iba de
la mano con mi madre me sentía protegida; donde no mojar la cama significaba
para mí un gran paso en la vida; donde ir a
jugar al parque una tarde era la mayor recompensa que me podían hacer; donde ir
al colegio solo significaba pasármelo bien con mis amigos; donde sentarte en a
mesa con los mayores hacía que me sintiera como uno de ellos; donde lo único
que quería era crecer para llegar a ser tan alta como mi padre y donde con una
chuchería se arreglaban todos mis problemas.
Elegiré una estrella de mi oscuro horizonte y perseguiré su luz
hasta notar que llego al principio de toda mi gran obra de teatro, donde me
encuentro con el telón levantado y en medio del escenario, al rededor de
personas que no conozco, con un decorado extraño que nunca había visto. Esa
obra no será interrumpida, y solo yo puede decidir mi destino…
No se puede regresar al pasado, no puedes cambiar lo que sucedió hace dos años o simplemente lo que pasó hace unos
instantes, lo único que puedes hacer es aprender de tus errores, y así
crear otra perspectiva. Nuestra relevancia del futuro es tan solo un aspecto
insignificante y paradójicamente bastante confuso. Es decir, que nuestro futuro
no sirve de nada si no sabes vivir el presente y si no recuerdas tu pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.