miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Soy más libre si controlo mis emociones?


Las emociones son sentimientos que las personas utilizamos de forma innata ante cualquier situación. Y repito, cualquier situación; desde una ligera sonrisa cuando te levantas y escuchas las primeras notas de tu canción preferida en la radio, hasta el más profundo miedo, cuando sientes que el suelo se desvanece ante tus pies y que tu sombra es tan solo el corto boceto de algo que poco a poco, segundo a segundo va desapareciendo.


Estas son imprevisibles, son bruscas, no buscan una meta predecible ni el mejor o el peor camino, simplemente aparecen como algo que se adueña de ti, en momentos que te impulsan ha hacer algo que quizás si lo piensas dos veces no lo harías, pero aun así lo haces... ¿por qué? Porque ellas te controlan. Porque tu vida está llena de clavos que te sujetan al suelo, que te impiden que despegues. No puedes controlar tu vida, porque estamos ante una sociedad que lo hace todo por ti. Hemos creado nuestros criterios a partir de las bases que nos ha facilitado la sociedad. Hemos creado un perfil por el que juzgamos a todas las personas. Y a eso señores, se le llama ¡¡supervivencia!! Puedes tomar decisiones por ti mismo pero por mucho que lo hagas siempre va a influir eso, y yo pregunto… ¿es necesario?, la experiencia de una emoción generalmente involucra  actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe esta situación.

Cuando mi abuelo murió, hace dos años, puedo ver como toda la gente que me rodeaba no se podía ni mantener erguida, ni siquiera en pie. Iban merodeando de un lado para otro y con el pensamiento distraído. Aquel día me levanté entre gritos de sollozo de mi madre y entre llantos de mis hermanos, baje al salón lo más rápido que pude a pesar de que algo me decía que no tuviera miedo, que todo se iba a arreglar. Al darme mi madre la noticia no puede contener las lágrimas, a pesar de que no quería llorar me fue imposible. Las gotas cayeron de mi rostro como lluvia en pleno invierno. Las ganas de salir corriendo se apoderaron de mi cuerpo. La tristeza, el llanto, la agonía, la opresión,... se juntaron y me hicieron pasar los peores días de toda mi vida. Lo echaba de menos y solo al pensar la idea de que no lo volvería a ver más cada vez mis lágrimas caían con mayor fuerza.


 Si yo fuera capaz de controlar mis emociones, hubiera borrado toda la tristeza que sentí en tanto tiempo por su ausencia. Pero, por otra parte pienso: todo ese tiempo me ha hecho reflexionar, si no hubiera vivido ese momento con todas sus fases: las buenas, las malas; entonces no habría vivido. Es necesario experimentar todas las sensaciones. Ahora cada vez que me acuerdo de mi abuelo una sonrisa quiere inundar mi cara pero también las lágrimas juegan un valioso papel en esta pelea. 

La libertad no se puede tocar, no se puede ver ni tampoco oír. La libertad es un valor que permite a los demás valores existir. Existen tantas definiciones de libertad que se me presenta muy difícil definirla, pero es el sentimiento que da valor a que alguien pueda decidir las cosas por si mismo obedeciendo su propio criterio y no dejándose influenciar por el mundo que le rodea. 

También, influye en nosotros la manera de comportarnos ante la vida y el aprendizaje ya que todas las personas nacemos con unas características especiales. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta ya desde el momento en que venimos al mundo: nos comportamos como nos han "enseñado" a comportarnos. Quererse a uno mismo, ser más generoso con los demás, aceptar los fracasos, no todo depende de lo que hemos heredado, por lo que hemos de ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras actitudes día a día, aprender a ser más inteligente emocionalmente, en definitiva a ser más felices.

Pero… ¿seríamos más libres si controlamos nuestras emociones? No, al controlar tus emociones estás ejerciendo sobre ti una máscara, una careta que oculta tus impulsos, tus equivocaciones, tu carácter... realmente, estas son las que hacen de ti una persona, no cualquier ser vivo tiene emociones y ningunos de los ya mencionados en capaz de controlarla. Una persona posee mayor libertad si no controla lo que siente, sino le da miedo dejarse llevar por sus sentimientos o por el que dirán. Por otra parte, yo defiendo que somos libres, pero estamos atados a nuestros actos. Tenemos que luchar por la libertad no hay triunfo sin renuncia, una victoria sin sufrimiento, una libertad sin sacrificio ¿Merece la pena la renuncia? ¿Merece la pena tanto sufrimiento? ¿Merece la pena el sacrificio?




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.